¡Conviértanse, es urgente! “Yo no me canso mientras yo tenga vida, mientras Cristo me tenga con vida, voy a gritar, a gritar siempre: ¡Hermanos conviértanse! ¡Hermanos por favor conviértanse, es urgente! ¡No pierdan tiempo, es urgente! ¿Por qué? Porque muchos esperan grandes acontecimientos poco a poco. ¡No! ¡Los grandes acontecimientos se van a dar en pocos días! ¡Todos! Y vendrá el Aviso! [...] Confiemos en la palabra de Cristo, y pedimos el discernimiento al Espíritu Santo para no tomar decisiones equivocadas" –Luz de María.****
Enero 27 de 2016 – Llamado de María Rosa Mística a Sus Predilectos y al pueblo de Dios
¡No más ministros extraordinarios de la Eucaristía, ni más comuniones en la mano!
“Hijitos de Mi Corazón, la paz de Mi Señor esté con todos vosotros.
Pequeños Míos, se están cometiendo muchos sacrilegios con la Santa Eucaristía. Mi Hijo está siendo ultrajado en su Divinidad por las manos indignas e impuras de Mis hijos laicos. ¡Cómo Madre del Hijo de Dios y Madre de la humanidad, os pido Mis hijos predilectos que paréis esta abominación!
¡No más ministros extraordinarios de la Eucaristía, ni más comuniones en la mano!
El Cuerpo y la Sangre de Mi Hijo, están siendo ultrajados por muchos laicos que se están tomando atribuciones que solo le corresponden a los Sacerdotes y demás Ministros consagrados como son: el Papa, los Cardenales y Obispos. Ninguna mano que no esté consagrada por el Ministerio Sacerdotal, puede tocar a Mi Hijo.
Hijitos, es impresionante la cantidad de violaciones eucarísticas que se vienen cometiendo, por los así llamados: Ministros Extraordinarios de la Eucaristía. Muchos de Mis hijitos laicos con la complacencia del sacerdote, vienen ejerciendo el ministerio de la Eucaristía en muchas Iglesias; la soberbia es común en muchos de ellos y se está llegando al punto de que muchas decisiones que debe de tomar el sacerdote, las están llevando a cabo los laicos. ¡Qué dolor siento en Mi corazón, al ver cómo muchos de mis hijitos laicos profanan los utensilios sagrados, tomando con sus manos indignas de los tabernáculos el Cáliz donde permanecen las Hostias Consagradas.
¡Os digo: ¡Sólo las manos consagradas de Mis predilectos pueden tocar el Cáliz con las Hostias Consagradas, y sólo sus manos pueden repartir la Comunión!
Os ruego hijitos predilectos: ¡No deleguéis más este ministerio sagrado en Mis hijitos laicos; no os hagáis reos de culpa; dejad vuestra comodidad y cumplid con el Ministerio Sacerdotal que se os ha conferido!. Yo os pregunto Mis predilectos: ¿qué le responderéis mañana a mi Padre, por todos los abusos y ultrajes que muchos de vosotros estáis cometiendo con la Divinidad de su Hijo? ¡El cielo llora conmigo, viendo como es ultrajado y mancillado Jesús Sacramentado en muchas de sus Casas!.
Mi adversario se goza con cada profanación que recibe Mi Hijo. Muchas Hostias Consagradas se están perdiendo y van a parar a las iglesias satánicas para la celebración de las mismas negras. Mi adversario ha infiltrado en muchas Casas de mi Hijo, a muchos ministros extraordinarios de la eucaristía que le sirven robándose las Hostias Consagradas para los cultos satánicos.
Miles de Hostias Consagradas son vendidas y dependiendo del Ministro de la Iglesia que las haya consagrado así será su precio. Una Hostia Consagrada por el Papa, un Cardenal u Obispo, es pagada a un alto precio y con ellas hacen un rito satánico especial para causarle daño al Cuerpo Eucarístico de mi Hijo, representado en su Iglesia. Los satánicos destruyen comunidades religiosas y sacerdotales, con estas hostias consagradas por los altos ministros de la Iglesia.
Mis predilectos, os pido que detengáis este ultraje a la Divinidad de Mi Hijo, que se viene haciendo por parte de Mis hijos laicos. Cada ultraje y profanación que Mi Hijo recibe, es una espada que traspasa Mi Corazón. En el infierno yacen muchos de Mis predilectos que en vida permitieron estos atropellos a la
Divinidad de Mi Hijo, y con ellos están muchos laicos, ministros extraordinarios, que su soberbia espiritual no les permitió reparar y pedir perdón a Dios por tan vil atropello.
Como Madre de las almas consagradas en esta Mi advocación de Rosa Mística, os pido de todo corazón Mis Hijos Predilectos, que detengáis cuanto antes este atropello y ultraje que se viene cometiendo contra la Divinidad de Mi Hijo; para que mañana no tengáis de qué lamentaros.
¡Hijitos no más Comuniones en la mano, ni más laicos repartiendo comunión, porque este sacrilegio está haciendo perder a muchos el alma!
Vuestra Madre, María Rosa Mística.
Dad a conocer Mis mensajes a toda la humanidad.”
Fuente: mensajesdelbuenpastorenoc.org








“Si supierais cómo resplandecéis después de acercaros debidamente al Sacramento de la Confesión. (Jesús) está en el Confesionario y escucha cada palabra, ve en cada rincón de vuestro corazón y está deseoso de otorgar las gracias inherentes a Su Perdón.
“¡Os pido Mis hijos predilectos que paréis esta abominación! ¡No más ministros extraordinarios de la Eucaristía! ¡No más comuniones distribuidas por laicos, ni más comuniones en la mano!”



"Padre Celestial, hoy rindo mi corazón a Ti. Ayúdame a ser Tu instrumento en el mundo. Cúbreme con la Preciosa Sangre de Tu Divino Hijo. Protégeme de todo mal. Protégeme de cualquier plan maligno que Satanás pueda tener para mí el día de hoy. Revísteme de Tu Divina Voluntad. Amén"
"Santísima Madre de Dios, María, Protectora de la Fe, resguarda mi fe en el refugio de Tu Inmaculado Corazón. En él, protege mi fe de cualquier merodeador. Muéstrame las amenazas a mi fe y ayúdame a vencerlas. Amén"
"Me coloco en la presencia de la Santísima Trinidad (Padre, Hijo y Espíritu Santo) y por el poder de la Sangre de nuestro Señor Jesucristo, rompo, desbarato, pisoteo, aniquilo e invalido y cancelo de mi ser físico, síquico, biológico y espiritual, toda maldición que haya sido puesta sobre mí, sobre mi familia y árbol genealógico, por cualquier persona, familiar o antepasado por medio del ocultismo o espiritismo. Por el poder de la Sangre Preciosa de Nuestro Señor Jesucristo y por la intercesión de la Santísima Virgen María, San Miguel, San Gabriel, y San Rafael, rompo e invalido toda maldición, cualquiera que sea su naturaleza en el nombre de nuestro Señor Jesucristo. Amén (Repetir 3 veces la oración)"
"Oh Jesús de la Divina Misericordia, escucha mis súplicas hacia Ti, pues estoy aquí para hacer tu voluntad."
"Oh Glorioso Patriarca San José, Padre adoptivo de Jesús y Esposo Humilde y Casto de María; poderoso intercesor de las almas y guardián Fiel de la Iglesia; acudimos a vos, amado Padre, para que te dignes ampáranos y socorrednos en la lucha espiritual contra los enemigos de nuestra alma. Ven en nuestro auxilio y por tu humildad y pureza, líbranos de todo mal. San José terror de los demonios, venid en mi auxilio (3 veces)."
"San Miguel Arcángel, defiéndenos en la lucha; sé nuestro amparo contra la perversidad y asechanzas del demonio. Reprímale Dios, pedimos suplicantes, y tú, Príncipe de la Milicia Celestial, arroja al infierno con el divino poder a Satanás y a los demás espíritus malignos que andan dispersos por el mundo para la perdición de las almas. Amén"
Ven, Espíritu divino, manda tu luz desde el Cielo. Padre amoroso del pobre; don, en tus dones espléndido; luz que penetra las almas; fuente del mayor consuelo. Ven, dulce huésped del alma, descanso de nuestro esfuerzo; tregua en el duro trabajo, brisa en las horas de fuego, gozo que enjuga las lágrimas y reconforta los duelos. Entra hasta el fondo del alma, divina luz, y enriquécenos. Mira el vacío del hombre si Tú le faltas por dentro; mira el poder del pecado cuando no envías tu aliento. Riega la tierra en sequía, sana el corazón enfermo, lava las manchas, infunde calor de vida en el hielo, doma al espíritu indómito, guía al que tuerce el sendero. Reparte tus siete dones según la fe de tus siervos. Por tu bondad y tu gracia dale al esfuerzo su mérito; salva al que busca salvarse y danos tu gozo eterno. Amén.
"Oh, Corazones de Jesús y de María; me consagro, consagro mi familia y al mundo entero, a vuestros Amantísimos Corazones. Atended a la súplica que os hago y aceptad nuestros corazones en los Vuestros, para que seamos librados y protegidos nosotros y el mundo entero de toda maldad y de todo pecado. Que la protección de vuestros Dos Corazones, sean refugio, fortaleza y amparo, en las luchas espirituales de cada día. Que el poder de vuestros Dos Corazones, irradie al mundo para que sea protegido de la maldad y el pecado. Nos consagramos voluntariamente y consagramos a la humanidad entera avuestros Corazones; seguros y confiados por vuestra Gran Misericordia, de obtener la victoria sobre las fuerzas del mal en este mundo, y la Gloria Eterna en el Reino de Dios. Amén."