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La Fuerza de la Oración

Hijos, ¿alguna vez han observado ustedes lo que una madre hace en una familia?

Maria Madre y Maestra: La Fuerza de la Oración

Dice Maria: (Maria Madre y Maestra, Vol. 1) "Mis hijos, yo estoy aquí con ustedes para darles luz, fe, comodidad y ayuda.

Ustedes son tan queridos para mi corazón de madre y quiero mostrarles, aunque brevemente, cual debería ser su misión.

Ustedes están aquí para escucharme y aprender. Yo estoy aquí para instruirles.

Hijos, ¿alguna vez han observado ustedes lo que una madre hace en una familia?

Pues, hay niños grandes y pequeños, limpios y no aseados, buenos y malos; la madre mantiene un ojo sobre todos ellos y atiende a todos y para poder cumplir con su misión deja que los mejores la ayuden.

Su tarea es arreglar todo lo que está arruinado, mimar la pequeña herida donde hay lagrimas, lavar lo que esta sucio.

Lo que hacen las madres con las cosas materiales, lo hago yo con las cosas espirituales. El mundo es una gran familia de Dios, donde el mal que arruina las almas serpentea.

Yo paso por ahí, lo arreglo, lo reparo y si es necesario le cambio la ropa a mis hijos.

Yo actúo para que de sus corazones y ojos broten abundantes lagrimas de tristeza y contrición, con las cuales yo lavo sus almas embarradas por el pecado.

Sin embargo, yo necesito el trabajo de ustedes y sus oraciones, ya que son la extensión de mis brazos y sólo puedo llegar lejos con su ayuda.

¿Creen ustedes que eso es imposible y que no podemos alcanzar a todo el mundo?

No, la oración es una fuerza que permite que Dios entre en los hombres; Su inmensidad con la oración está abierta para ustedes y se alcanzan los más lejanos lugares de la tierra.

¿Quizás digan que ustedes son pocos? Nunca lo digan, ya que les aseguro que es suficiente para sólo un hombre resolver, pagar, reparar en nombre de miles de pecadores.

Sería suficiente sólo un grupo de oración donde la caridad del Señor verdaderamente reposa para salvar toda una nación.

Por lo tanto, nunca digan que ustedes son pocos y no digan que el mal es inmenso, ya que estoy con ustedes y podemos dar en intensidad lo que no tienen en números ¿No han visto cuanto ha podido hacer ese hijo mio, Padre Pío, con su oración y sufrimiento? Cuántos fracasos espirituales ha reparado él, cuántos pecadores hizo que entraran de nuevo al camino recto con sólo una palabra, con un gesto, con una sonrisa, con una mirada y con mucho sufrimiento.

Ustedes sólo necesitan aumentar su santidad.

En vez de decir: “ Cuánto mal hay en el mundo”, siempre digan: “Yo quisiera hacer, deseamos hacer mucho bien”.

Por lo tanto, comprometance, día tras día, en una obra de perfeccionamiento que, eliminando el mal en ustedes mismos, los hace deseosos de mejorarse a si mismos y de ascender, ascendiendo a la cima, hasta emulando a los santos que les han precedido.

Permitan que la bondad, caridad, fe, humildad sean las virtudes sobre las cuales ustedes insistan persistentemente por más para poder ser victoriosos sobre ese mal que tiene nombre, yo diría casi colectivo, ya que es como una masa de muchos defectos: egoísmo, y ustedes verán que poco a poco ustedes triunfarán sobre ustedes mismos y ustedes llevarán a todo el mundo al bien.

La comunidades religiosas serán santificadas y se convertirán en oasis de arboles, donde mi Jesús se encontrará en paz con sus santas novias.

Las parroquias serán verdaderas familias del pueblo de Dios, y todas la familias cristianas serán copias de la familia de Nazaret o de Betania, donde la inocencia y penitencia se dieron las manos para glorificar a Dios.

Mis hijos, tan queridos por mi corazón de Madre, los bendigo, y le doy mis bendiciones dondequiera."

 

Maria Madre y Maestra
Maria Madre y Maestra (Ingles)

 Carmela Negri CarabelliLos pensamientos, las reflecciones y las meditaciones de estos folletos fueron inspirados por la Santísima Virgen María a Carmela Negri Carabelli. Permiso del CENACOLO DELLA DIVINA MISERICORDIA, Centro di spiritualità, Viale Lunigiana 30, 20125 Milano, Italia, que tiene todos los derechos.