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La ultima Cena pascual: Jesús lava los pies a los Apóstoles

Os he dicho que el mayor es como el menor y que Yo estoy como quien sirve en esta mesa y que más os serviré.

(CEV) "El Evangelio como me ha sido revelado", Vol. IX, p. 396

Jesús: «Os he dicho que el mayor es como el menor y que Yo estoy como quien sirve en esta mesa y que más os serviré. Hasta ahora os he dado alimentos. Es un servicio en orden al cuerpo. Ahora quiero daros un alimento para el espíritu. No es un plato del rito antiguo; es del nuevo rito. [...]»

The Passion of the Christ

Jesús se levanta -debe también alzarse Juan, para dejar a Jesús salir mejor de su sitio-, va a un arquibanco y se quita la túnica roja; la pone doblada encima del manto, ya doblado, se ciñe a la cintura una toalla grande, luego va a otra palangana, que todavía está vacía y limpia. Echa en ella agua, lleva la palangana al centro de la habitación, junto a la mesa, y la pone encima de un taburete. Los apóstoles le miran estupefactos.

Jesús: «¿No me preguntáis que qué hago?»

Pedro: «No lo sabemos. Te digo que ya estamos purificados.»

Jesús: «Y Yo te repito que eso no importa. Mi purificación le sirve al que ya está purificado para estarlo más»

Se arrodilla. Desata las sandalias a Judas Iscariote y le lava los pies; uno primero, otro después. Es fácil hacerlo, porque los triclinios están hechos de tal manera que los pies quedan hacia la parte externa. Judas está estupefacto. No dice nada. Pero, cuando Jesús, antes de calzar el pie izquierdo y levantarse, pone el gesto de besarle el pie derecho ya calzado, Judas retrae bruscamente el pie y da un golpe con la suela en la boca divina. Lo hace sin querer. No es un golpe fuerte, pero a mí me causa mucho dolor. Jesús sonríe, y, al apóstol, que le dice:

Judas: «¿Te he hecho daño? Ha sido sin querer... Perdona»

Jesús: «No, amigo. Lo has hecho sin malicia y no hace daño»

Jesús pasa a Tomás, luego a Felipe... Rodea el lado estrecho de la mesa y va donde su primo Santiago. Le lava [...]. Pasa a Andrés, [...]. Luego está Santiago de Zebedeo, que no hace sino susurrar:

James of Zebedee: «¡Oh, Maestro! ¡Maestro! ¡Maestro! ¡Anonadado y sublime Maestro mío!»

John has already untied his sandals and while Jesus is bent drying his feet, he kisses His head. But Peter... It is not easy to convince him to submit to the rite!

Pedro: «¡Tú lavarme a mí los pies? ¡Ni por asomo! Mientras viva, no te lo permitiré. Yo soy un gusano, Tú eres Dios. Cada uno en su lugar»

Jesús: «Lo que Yo hago tú no puedes comprenderlo por ahora. Más adelante lo comprenderás. Déjame»

Pedro: «Todo lo que Tú quieras, Maestro. ¿Quieres cortarme el cuello? Hazlo. Pero no me lavarás los pies»

Jesús: «¡Oh, mi Simón! ¿No sabes que si no te lavo no tendrás parte en mi Reino? ¡Simón, Simón! Necesitas esta agua para tu alma y para el mucho camino que debes recorrer. ¿No quieres venir conmigo? Si no te lavo, no vienes a mi Reino»

Pedro: «¡Oh, Señor mío bendito! ¡Pues entonces lávame todo! ¡Los pies, las manos y la cabeza!»

Jesús: «El que, como vosotros, se ha bañado no necesita lavarse más que los pies, porque ya está enteramente purificado. Los pies... El hombre con los pies camina sobre cosas sucias. Y ello sería poco, pues ya os dije que lo que ensucia no es lo que entra y sale con el alimento, ni contamina al hombre lo que se pega a los pies por el camino. No. Lo que le contamina es lo que incuba y madura en su corazón y de allí sale y contamina sus acciones y sus miembros. Y los pies del hombre de corazón no limpio se dirigen hacia la crápula, la lujuria, los tratos ilícitos, los delitos... Por tanto, son, de entre los miembros del cuerpo, los que tienen mucha parte que purificar... como también los ojos, y la boca... ¡Oh, hombre!, ¡hombre!, ¡perfecta criatura un día, el primero, y luego tan corrompido por el Seductor! ¡Y no había en ti malicia, oh hombre, ni pecado!... ¿Y ahora? ¡Eres todo malicia y pecado y no hay parte en ti que no peque! »

Jesús ha terminado. Deja la toalla, se lava en agua limpia las manos, se pone de nuevo la túnica, vuelve a su sitio y, al sentarse, dice: 

Jesús«Ahora estáis limpios, aunque no todos. Sólo los que han tenido la voluntad de estarlo»

 

Maria Valtorta:
El Evangelio como me ha sido revelado

Maria Valtorta: The Poem of The Man-God

 Livio FanzagaEvaluación de la Obra de María Valtorta por el padre Livio Fanzaga, sacerdote católico (Radio Maria): "Así que yo diría eso, queridos amigos, porque he leído "El Evangelio como me ha sido revelado", tres veces, 10 volúmenes (CEV), y luego soy capaz de evaluar en toda su complejidad y su valor, me dan ganas de decir, queridos amigos, yo no conozco a ningún comentario sobre el Evangelio más ortodoxo, más edificante, más estimulante que esto, y me gustaría, queridos amigos, que todos ustedes aceptaría la invitación de la Virgen María para leer estos libros, porque todo es verdad (y no contienen errores contra la fe y la moral de la Iglesia Católica ...). A continuación, lea estos libros, mis queridos amigos, porque sin duda ganaras grandes beneficios para sus almas. No es difícil conseguirlos, y no cuestan mucho, 10 libros que pueden ser para usted un alimento espiritual indispensable "
Contenido tomado de la obra de María Valtorta con el permiso del "Centro Editoriale Valtortiano Srl". - Viale Piscicelli, 89/91 - 03036 Isola del Liri, (FR - Italia), www.mariavaltorta.com, que tiene todos los derechos sobre las obras de Maria Valtorta